LA AYAHUASCA, es un brebaje que resulta de la combinación de dos plantas esenciales, la liana del mismo nombre (Banisteriopsis caapi) y un arbusto llamado “chacruna” (Psychotria viridis).
La primera es un purgante poderoso y la segunda un psicoactivo. Una no funciona sin la otra.
La ayahuasca, es considerada en la Amazonía como el espíritu de la naturaleza. Se afirma que en la vertiente occidental de la cuenca amazónica hay 700 formas distintas de preparación de la Ayahuasca y que cada cultura indígena que habita este vasto territorio tiene su propia forma de concebir a la Ayahuasca.
Este conocimiento está arraigado en el inconsciente colectivo y es trasmitido de generación en generación. Según estudios realizados en la amazonia, el uso de la Ayahuasca tiene una antigüedad aproximada de 5000 años.
El chamanismo y la Ayahuasca son un modo disciplinado de obtener curación, poder y crecimiento personal. Se parte de la premisa de que la Ayahuasca no se limita a trabajar en una única realidad, sino que actúa en un mundo mágico. En una dimensión en la cual se recibe ayuda: una realidad llena de belleza y armonía. Solo debemos mantener nuestra mente libre de prejuicios. Esta dimensión mágica-religiosa funciona desde una perspectiva, que lo irracional es lo racional, y lo invisible lo visible.
¿CÓMO ENTENDEMOS A LA AYAHUASCA?
La Ayahuasca es una planta sagrada. A partir de este reconocimiento, entendemos que beber Ayahuasca es nuestro fundamental alimento espiritual, que nos libera y amplifica la conciencia, por encima de todo dogma o parámetro cultural. La Ayahuasca, es la clave para desarrollar el auto-conocimiento personal (biológico, fisiológico-anatómico y psicológico, espiritual-trascendental).
La toma de Ayahuasca por el hombre contemporáneo tiene el mismo sentido que del hombre nativo. Es decir, se asume beber Ayahuasca para auto-examinarse y/o consultar con el maestro interior. La diferencia entre ambas actitudes es que son asumidas en contextos históricos y culturales distintos.
¿PORQUÉ NEO-CHAMANISMO CON AYAHUASCA?
El chamanismo se encuentra profundamente arraigado en las experiencias extáticas, visionarias de todas las culturas del mundo.
En algunas regiones de Siberia, China y Mongolia han existido desde tiempo remotos personas que se afirma manejaban las fuerzas de la naturaleza, que eran capaces de curar, domar caballos ariscos, predecir el futuro; en fin; ellos se conectaban con la fuente de donde adquirían su poder. Estas personas eran llamadas chamanes. Esta palabra, usada comunmente para designar (a veces despectivamente) a un médico brujo, proviene del tungú (la lengua predominante en esa zona) y significa el o la que sabe. Samán, como se dice en túquico-tungú parece provenir del sánscrito shramana, que es como llaman los budistas a los sacerdotes ascetas.
En síntesis, el chamán, es el maestro de éxtasis místico; es el hermeneuta espiritual que intenta escudriñar e interpretar las ideologías, mitologías, metáforas y simbologías de nuestra conciencia, y sobre todo sub-consciencia. Para dicha tarea, el vehículo que se emplea (en el caso amazónico), es el enteógeno Ayahuasca. Así el chamán, es el especialista de un TRANCE voluntario durante el cual, el alma abandona el cuerpo para emprender ascensiones al Cielo, para ingresar en zonas sagradas, desde donde es posible RENACER espiritualmente y curarse.
NUESTRA PROPUESTA NEO-CHAMÁNICA.
Nuestra práctica chamánica, se basa en la actual información académica, de disciplinas como la Psicología, Antropología, Química, Etno-botánica, Medicina, Sociología, Arte, Filosofía, y muchas otras disciplinas más, que constituyen las ciencias humanas, y el legado tradicional del saber sagrado de nuestros ancestros.
Nuestra práctica se realiza en base a la herencia recibida de nuestros ancestros, tiene como punto fundamental, rescatar la invalorable tradición que durante milenios a pervivido y descubrir asi como desarrollar el saber sagrado que toda época y que toda persona lleva latente.
En tal sentido nos consideramos Neo-chamanes Ayahuasqueros. Todo nuestro trabajo se basa fundamentalmente en la planta maestra Ayahuasca. De ella hemos aprendido todo lo que sabemos, y con ella seguiremos, porque se trata de la mayor espiritualidad que nuestra cultura ha descubierto.
En este sentido, beber Ayahuasca en las modernas ciudades del siglo XXI, es tan legítimo, como lo hicieron nuestros ancestros en sus pequeñas aldeas rurales. Las tomas de Ayahuasca del hombre contemporáneo tienen el mismo sentido que las del hombre nativo. Es decir, se asume beber la Ayahuasca para auto-examinarse o consultar con el maestro interior. La diferencia es que ambas actitudes son asumidas en contextos distintos históricamente.